Este escrito forma parte de «La Mujer Oceánica» Ediciones Gaia
Arte: Gioia Albano
A las Madres Guardianas que mantienen vivo el Fuego de la Humanidad en su Útero y en comunión con el Útero del Centro de la Madre Tierra.
A las Madres Libres que eligen, en medio de un mar de posibilidades, vivir según el Deseo de sí mismas y no más en el deseo de los demás.
A las Madres Dadoras de Vida que paren Almas Viejas a la Tierra en forma de hijos físicos, que plantan la Semilla del mañana y la Grandeza del Hoy.
A las Madres Luna, que salvaguardan los Ciclos de las Mujeres y velan por su cumplimiento.
A las Madres Dignas que habitan con Orgullo y Amor el Recipiente Alquímico que conforma su Cuerpo.
A las Madres Extásicas que celebran la Vida a través de sus Cuerpos con total devoción, y animan a otras a sumarse a la Fiesta.
A las Madres Lobas que reúnen a la manada para hacerles sentir que no están solas.
A las Madres Medicina capaces de remendar cualquier vacío del Alma Salvaje Femenina.
A las Madres del Santo Gozo que dignifican nuestro Placer y nos hacen merecedoras de ello.
A las Madres Valientes que se abren como Canales de Parto para parir su Arte a través de millones de propuestas, iniciativas, proyectos … a través de su forma de Vida, de su familia, de su hogar…, de su peculiar manera de hacer las cosas.
A las Madres Parteras, que ayudan a otras a alumbrar sus Creaciones de todo tipo.
A las Madres Alquímicas, que cocinan en su enorme Caldero infinidad de formas de Vida que nutren a toda la Humanidad.
A las Madres Universales, que custodian el Saber Universal que da sentido al Todo, más allá de nuestro planeta y de nuestra galaxia.
A las Madres Leonas, que protegen la Vida con su Feroz Compasión.
A las Madres Jugosas, que rebosan sin contención los Elixires Acuosos que emanan de sus Cuerpos en forma de Jugos Menstruales, Fluidos Vaginales, Leche Maternal, Líquido Amniótico…
A las Madres Guardianas de la Vida, que reposan en los Umbrales aportando Luz al camino de cada Mujer que se atreve a transitarlo.
A las Madres de otras Madres, que acogen a estas en sus brazos cuando creen no poder más y les susurran al oído las Canciones de Cuna milenarias que les recuerdan nuestro Saber.
A las Madres Oceánicas, que navegan su propia Inmensidad a través de un Cuerpo de Mujer que alberga a un Alma tan vasta como el mismo Universo.
A todas las Madres que día a día se dan a luz a sí mismas y se abren con ello al Incontenible Océano de lo Femenino
¡GRACIAS por apoyar la Vida en todas sus formas!